Una formación que vale un brindis, curso iniciación a la cata de vinos

Por fin, después de varios años peleando con la posibilidad y el tiempo para realizar un curso básico de “somelier” he podido realizarlo, sobre todo con una gran satisfacción.

El curso preparado por “LA ESCUELA DE CATAS, MARIDAJE Y ANALISIS SENSORIAL DE ALICANTE”, dos días super intensos que me han hecho dejar de pensar que solo podía decir si el vino me gustaba o no me gustaba.

Una parte teórica muy atractiva por impartida por David Doñate Martin.

A parte de conocer el mundo de la enología general, la vinificación en blanco y diferentes prácticas enológicas. También los fundamentos de la cata, la percepción sensorial, protocolo, maridajes y métodos de la cata.

El segundo día vinificación en tinto, maceración carbónica, plazos legales con crianza en barrica o crianza enológica. También y muy interesante la conservación, servicio y consumo optimo.

Lo más interesante las catas, la prueba de la verdad.

El primer día nos dedicamos al Blanco Joven, fermentados en barrica, blancos en estado de madurez, cava, rosado, blanco dulce y espumoso dulce.

El segundo día Tinto Joven, maceración carbónica, tinto roble, tinta crianza, tinta reserva, tinto maduro o pulido, tinto dulce y fondillón.

Siempre las anécdotas en estos cursos hacen la parte de relación y amistad, y este no fue menos, el primer vino que catamos nos lo bebimos entero sin pensar que luego deberíamos comparar con los posteriores. Poner un vino con algo de Tapón y luego el bueno para ver las diferencias.

Después de estos grandes días, he conocido que si tengo perfección y puedo tener una ligera idea de que vino estoy tomando y sobre todo si está en un buen momento para tomarlo.

Primer trabajo revisar la bodega y poner en cola todos los vinos que considero que deben estar fuera de los momentos óptimos de consumo y dejar una buena colección.